martes, 23 de febrero de 2016

ÁVILA, POR EL ESPACIO PROTEGIDO DE LAS SIERRAS DE LA PARAMERA Y LA SERROTA



Domingo 21 de Febrero de 2016

GEOLOGÍA
Sierra de La Paramera
El valle Amblés se encuentra dentro del  Espacio Natural Protegido de las Sierras de la Paramera y la Serrota. Delimitado por la Sierra de Ávila al Norte y las de La Serrota y Paramera al Oeste y Sur. De fondo plano su principal curso de agua es el río Adaja. En realidad se trata de una fosa tectónica, cubierta de sedimentos. Los escarpes que la circundan son líneas de fallas muy erosionadas. Estas sierras conforman alineaciones paralelas al norte de Gredos, separadas entre sí por fosas. En cotas altas de la Serrota (2292 m.), con orientación Norte. se pueden apreciar las huellas de tres glaciares de ladera: las Cerradillas, la Honda y la Media Luna

Valle Amblés
                                                                                FLORA

Zona eminentemente ganadera, ha estado muy deforestada desde antiguo para el aprovechamiento de los pastizales. En las cumbres alguna mancha de pino de repoblación, compite con la escoba y otros matorrales. En las zonas bajas, un paisaje adehesado donde destacan antiquísimos ejemplares de encinas, da paso a la gran llanura donde destacan los bosques de galería que acompañan a los cursos de agua.




ECONOMÍA
En cuanto a la agricultura, se puede decir que su principal fuente de ingresos es la de secano, pero debido a la extracción de aguas subterráneas, en los últimos años están proliferando cultivos de regadío como la fresa. Otro motor tradicional es la ganadería, aprovechando para ello los pastizales, produciendo  leche y la carne de Ávila con Indicación Geográfica Protegida.

PATRIMONIO ARTÍSTICO
Villaviciosa
Debido a la orientación Este-Oeste del valle, paralela al Sistema Central, de antiguo fue zona de paso y comunicación entre las dos Mesetas y un buen número de puertos que lo atraviesan. Gredos fue una gran barrera que separó los ejércitos cristianos del norte de los musulmanes del sur en tiempos de la Reconquista, lo que propició la construcción de un buen número de fortificaciones, siendo la más importante, la propia ciudad de Ávila. Primero nos detendremos en la más sencilla y quizás más bella, la que guarda el entramado urbano de Villaviciosa. En un principio se trataría de una simple torre de vigilancia medieval. En el siglo XV se amplía, adaptando sus defensas a las nuevas armas de la época. En el siglo siguiente y ya perdida su función defensiva se le añade el llamado Torreón de las Damas, otorgándole un aire palaciego. En la actualidad es un hotel que lleva cinco años cerrado.
Monumental altar de sacrificios, Ulaca
El Castro de Ulaca, datado sobre el año 220 Ac. es de los más emblemáticos de todos los asentamientos vetones. Situado a 400 metros sobre el valle, enclavado en una meseta desde la que se domina todo el valle y su entorno, con una superficie de 60 hectáreas, conserva además destacados restos de su muralla, altar y sauna ritual, son indicios de una destacada importancia en los años previos a la conquista romana . La proximidad de otras importantes poblaciones como las Cogotas y la Mesa Miranda, intercomunicadas entre ellas, aumentando así el potencial humano en caso de necesidad. Su abandono se debió de producir alrededor del siglo I Ac.

Castillo de Aunqueospese
Manqueospese, Aunqueospese son los nombres como se conoce a este altivo castillo roquero. El origen de este curioso nombre no se sabe a ciencia cierta, por lo que han surgido historias legendarias de amores y prohibiciones paternas. Las primeras noticias del edificio datan del siglo XI, en plena Reconquista, aunque según recientes estudios, se asienta en el mismo solar que ocupó una fortaleza musulmana. Su aspecto actual es el resultado de reformas del siglo XV. Su heráldica nos habla de sus propietarios, la familia influyente Dávila.

LA RUTA
Hemos ideado una ruta de algo más de 18 km para ir de Villaviciosa a Solosancho, cuando por carretera escasamente  las separan dos. Cosas de senderistas.
Ermita en Villaviciosa
Tuvimos mucha suerte e Isabel, quien atiende con generosidad (como su tortilla) el bar Jiménez, contactó con la persona que conserva las llaves del vecino castillo. Nos hizo una tentadora oferta por él, 3 millones de euros,  no llevábamos encima suficiente dinero. Lástima.
Cierto que más suerte tuvimos con la rehala de cazadores con los que coincidimos en el pueblo y no en campo abierto.
Castro de Ulaca hacia el Este
Algo que echamos en falta en el descomunal castro de Ulaca, es la falta del tradicional campo de piedras hincadas, tan característico en otros castros vettones. Nuestras piernas y nuestro respirar entendieron el porqué: 400 metros de subida en medio de un inmenso berrocal, no necesita mucho ingenio defensivo más, aparte de tres líneas de muralla, cosa que nos indica lo mal que se debieron de llevar con los conquistadores romanos.
Entendimos perfectamente el motivo que llevó al precipitado abandono de la ciudad por sus habitantes: el viento y el frío. Las condiciones no debieron ser muy cómodas, pero el terror a la guerra lo justifica todo.
Descendiendo del castro
Salimos del poblado por donde día tras día bajarían sus moradores en busca del agua de la vida, que les suministraba el río Picuezo. Franqueamos la muralla por el pequeño postigo y bajamos entre un laberinto rocoso, ayudados eso sí por lo mejor de la tecnología moderna: los hitos.  
Altar de sacrificios, Sotalbo
Alcanzada la cómoda pista que nos llevaría cerca del castillo de Aunqueospese, y más relajados aún por el amainado del viento, nos dimos cuenta de que en esta zona utilizan las rocas para todo: las saunas y altares para macabros rituales, están tallados en ellas; un peñasco sirvió de torre para las campanas de la ermita de Villaviciosa; varios en una posición adecuada, de torre del homenaje, en Aunqueospese y un formidable farallón, de muralla de una gran ciudad, Ulaca. Y eso sí, todas, para dar rienda suelta a la imaginación.

Terminamos el día en buena compañía y agradable conversación por el sosegado paseo que separa Sotalbo de Solosancho, que aprovecha Sonsoles y su cañada.







Impresionante Aunqueospese


                                                                         


Enlace para conocer la leyenda del castillo de Aunqueospese






Foto de Grupo




Aquí va un enlace a un fantástico vídeo, realizado con un dron, del castillo de Aunqueospese

La visión de Alberto

Las fotografías de Eduardo




lunes, 8 de febrero de 2016

LOS CUCURRUMACHOS DE NAVALOSA, ÁVILA

Domingo de Carnaval, 7 de febrero de 2016

ALTO ALBERCHE

Aún estamos con el regusto de la última salida a las Arribes del Duero y ya tenemos que ir pensando en la próxima salida. En esta ocasión nos tenemos que ceñir al guión de nuestro calendario, pues lo más importante es la fecha: el 7 de Febrero que es Domingo de Carnaval.





Siempre habíamos querido realizar una ruta senderista que coincidiese con esta festividad para terminar participando en su celebración. Habíamos pensado ir a Canarias, pero debemos poner los pies en el suelo, y buscar nuestras  raíces.  Nos acercaremos hasta Navalosa, en la provincia de Ávila, en el Alto Alberche.







Es esta zona de Ávila de relieves rudos, por donde el río va sorteando berruecos y serranías, donde el hombre ha sufrido lo indecible para poder extraer el sustento a tan inhóspita tierra. Precisamente debido a esta orografía ha permanecido aislada, pese a su relativa cercanía a Madrid. Esto explica la pervivencia de costumbres y construcciones con un altísimo valor etnográfico. A simple vista, lo que más sorprenderán son las “tinadas”, sencillas cabañas realizadas con los materiales del entorno: piedra, madera y para techar, una gruesa capa de piornos, con una pendiente suficiente para evacuar rápidamente el agua y para que la nieve no se acumule. Es curioso cómo ante los mismas
necesidades se utilizan las mismas soluciones, ya 
sea en Ávila, en Ancares o en Somiedo.






Nuestra ruta seguirá un tramo del río Alberche, lo cruzaremos para dirigirnos a Navarrevisca, en un principio entre praderas, para más tarde pasear por un paisaje más serrano, endulzado con las vistas hacia la Sierra de la Centenera, la Paramera, con la mole del pico Zapatero y nos entretendremos en ponerles nombre a una buena cantidad de poblaciones de la comarca que desde allí se divisan.




Después del aperitivo de rigor en Navarrevisca, continuaremos nuestro camino entre un tupido bosque de robles, siguiendo el curso de la Garganta Fernandina, que desemboca a su vez en el Alberche en el lugar de La Junta. Lo remontaremos hasta La Puente, fantástico lugar para comer y darse un baño en verano, eso sí. A partir de aquí ya sólo nos queda subir a Navalosa, pero antes pasaremos por una zona de estériles suelos graníticos, aprovechados para las eras del pueblo, con un magnífico conjunto de tinadas.










Llegaremos  a Navalosa en plena celebración de los Cucurrumachos y su Domingo Gordo, donde alrededor del mayo erguido en la plaza el día anterior, estarán congregados, en un primer círculo, los quintos y quintas, vestidos de “guapos” protagonistas del rito de la transición a la vida adulta; a su alrededor, las madres protectoras; y por último, los Cucurrumachos, ataviados con harapos, cuernos, calaveras, crines de animales, máscaras… que simbolizan al mismo tiempo los trabajos rurales, el mal y el peligro.


















Puedes ver las fotografías de Alfredo

Y las de Eduardo

Además de las que hicimos el día 7 de junio pasado, festividad del Corpus