martes, 20 de diciembre de 2016

EL HUEBRA, MOLINOS, CASTROS Y DESFILADEROS


De Cerralbo a Saldeana por el Huebra


Domingo, 15 de enero




YA ES 2017 EN DeBotas!!!

Os adelantamos las salidas para el día 15 de enero del felicísimo 2017:

Pereña y sus Pozos: unos 16 kilómetros, con algún tramo campo a través, el resto por sendas y pistas. Desniveles muy asequibles.
Cerralbo a Saldeana: Sus 16 kilómetros trascurren por unos de los parajes más espectaculares, tanto por sus valores naturales, como patrimoniales, pero así y todo, de los menos conocidos de nuestra provincia.

Dicho esto, ahora sí me extiendo:

Muy buenas a tod@s: Siguiendo la estela comercial de El Corte Inglés, según la cual ya sería primavera, hemos pensado adelantaros la nueva temporada invierno-primavera. Para ello informaros de que la próxima salida de DeBotas será el día 15 de Enero. "Cuán largo me lo fiáis" diréis más de un@, pero pensad que nos separan días de excesos gastronómicos, de sofás, de siestas, tertulias y especialmente excesos etílicos y calóricos. Los etílicos, nos harán olvidar la cruda realidad de que después de tanto día festivo, vuelve la rutina, la rutina triste del trabajo y la alegre de los paseos por el monte. Los excesos calóricos, con su implacable complemento, la báscula del baño, nos devolverán de bruces al estrés postfestivo-navideño y a los compromisos que siempre nos proponemos para cada nuevo año. Entre ellos nunca falta el volver a calzar las botas de senderismo, las pobres llenas de polvo (de los del armario, no de los de los caminos). Por ello, hay que ser previsores y pensar en esos días y si apetece, irnos apuntando a las marchas que os proponemos.


Pereña, El Duero 


L@s más avispad@s os habréis preguntado: ¿más de una marcha para el mismo día? Sí, para el 15 tenemos preparadas dos marchas por dos de las zonas más bellas de nuestra provincia. La primera, la oficial de nuestro calendario, discurriría entre los ríos Duero y Uces. Si recordáis algo así hicimos la temporada pasada . En aquella ocasión la realizamos por los términos municipales de Villarino y Masueco, por la orilla izquierda del Uces. Esta vez conoceremos la orilla derecha, por tierras de Pereña.
Hace unos días, realizamos una "previa" y aunque el campo estaba exultante, no así los arroyos tributarios de los distintos pozos, verdaderos protagonistas de la ruta y la verdad es que daba pena verlos. Decidimos, pues, que si las lluvias no abandonan el Levante español, para llenar nuestros ríos, esta ruta, mejor aplazarla para tiempos más húmedos.






Poza del río Huebra
Por ello, hemos preparado otra maravillosa ruta alternativa por otro río de renombre: el Huebra. Ruta que hemos calculado de algo más de 15 kilómetros, entre las localidades de Cerralbo y Saldeana. De los 15 km, 5 son por sendas que en su día comunicaba los distintos molinos harineros y que hoy tan sólo el ganado (y mira que queda poco) y algún jabalí, son quienes las mantienen transitables.







Ruinas del Monasterio de Nª Sª de los Ángeles,.
Cerralbo



Además del espectáculo que nos regala el Huebra en su caótico descenso al Duero, la jornada la engalanaremos con las ruinas del monasterio de Nuestra Señora de los Ángeles, del siglo XVI, las del castillo del Marqués de Cerralbo y el castro vetón de Saldeana... no doy más pistas.

¿Alguien se apunta ya?





Uno de los pocos restos conservados
del castillo de los Condes de Cerralbo




                                                                                                LA RUTA
Zona sosegada del Río Huebra.
Cerralbo
Según nuestros cálculos, serán 16 los kilómetros que recorreremos el domingo. Será una ruta por la penillanura en la que el río Huebra ha labrado su espectacular cauce. Partiremos de la localidad de Cerralbo, en pleno Abadengo. Por pistas de concentración, buscaremos la trinchera del Huebra, encontrándolo en el vado donde nos esperan las ruinas del molino de las Cinco Piedras. A partir de este momento seguiremos su curso por sendas muy poco marcadas, por lo que hay que prestar especial atención en no quedarse rezagad@. Muy pocas personas conocen las pozas y canchales por los que pasaremos y muchas de ellas las tendrán en lo más recóndito de sus recuerdos de niñez, cuando pasaban por allí camino a los molinos del río. Terminaremos nuestra aventura por senderuelos en el Puente Resbala, donde más se acentúa el encajonamiento del río.


Marmitas de Gigante en un estrechamiento,
debido a los suelos duros de granito, del Huebra
EL RÍO

Decía el maestro y escritor local Manuel Moreno Blanco “los ríos tienen zonas turbulentas, zonas cantarinas y zonas remansadas, junto a las cuales es contagioso el sosiego”.
El Huebra, término que equivale a la superficie que ara una yunta de bueyes en un día, es el más charro de nuestros ríos. Nace en las faldas del Pico Cervero, en la Sierra de las Quilamas, preciosa palabra árabe que significa tierra quebrada. Pronto se retuerce en hermosos meandros, en las llanas praderas de la dehesa

Buitres sobre el peñón de El Fraile
Desde el castro de Saldeana.
salmantina, donde da de beber a sus encinares

y su ganadería.
Cerca de Yecla de Yeltes, se funden las aguas del Huebra y del Yeltes, desencadenando el desafuero: fueron los ingenieros, que redactaron los proyectos de aprovechamiento hidrográfico de la cuenca del Duero, los que bautizan como Huebra a la unión de ambos ríos, pese al menor caudal de éste frente al corpulento Yeltes, que además presta su nombre a buena parte de los pueblos de la zona (Villares de Yeltes, Villavieja de Yeltes…). Allá por el 1749, los funcionarios que trabajaron en la realización del Catastro de Ensenada, preguntando a los vecinos de Cerralbo, llamaron Yeltes al río cuyas aguas hacían trabajar para mover sus industrias harineras.Hoy, la costumbre y los mapas le llaman Huebra.


El Huebra desde el castro de Saldeana.
Fotografía  arriesgada de Javier Gallego
Pincha a quí para visitar su blog
Es a partir de Cerralbo donde abandona la horizontalidad meseteña para comenzar su frenética carrera hacia el gran río. El Duero, al tener un caudal muy superior al de sus tributarios, excava tranquilamente el gran cañón de las Arribes que tod@s conocemos y el resto debe bajar hasta esa cota de manera mucho más accidentada. Son estos pequeños ríos y riveras las que hoy tienen un valor añadido, ya que sus cursos corren libres, mientras que el buque insignia del Parque Natural, el Duero, hoy está domesticado y desvirtuado por la salvaje construcción de un rosario de embalses; sus aguas antaño bravas y llenas de vida, hoy son una gran charca                                                                                                           donde navegan los turistas.



Molino del Vado del Rey
Del tipo "torre"
MOLINOS
Hasta la aparición de la electricidad, nuestros antepasados sólo poseían la fuerza humana, la del viento o del agua para mover las pesadas piedras con las que se trituraba el grano. Evidentemente, la primera únicamente se utilizó en épocas remotas.
En nuestro entorno cerealista, fueron los ríos los encargados de este pesado trabajo. El Huebra y el Yeltes se aprovecharon al máximo, conservándose hasta nuestros días, un buen número de ingenios diseñados dependiendo del emplazamiento, nivel económico del propietario y de la cantidad de agua que los ríos llevasen en el tramo en cuestión.
Como caminantes del Huebra-Yeltes, hemos observado que hay tres grandes modelos de molinos. Por un lado, los tradicionales, con su presa o azud, su canal y el edificio a resguardo de la furia de las tremendas crecidas que estos ríos ocasionan de manera cíclica.

Molino"sumergible" en el Vado del Rey


Los otros dos modelos, únicamente los hemos encontrado en estos ríos. A saber: los que nosotros denominamos molinos "torre", ya que de lejos dan la sensación de ser verdaderas torres vigías... Y esa era la idea de quienes los proyectaron, que resistiesen las embestidas del agua a base de robustos muros y mínimos vanos en ellos.





Interior del molino "sumergible"



El tercer tipo de molino, y mucho más original, lo llamamos "sumergible". Paradógicamente debía de ser mucho más económica su construcción, no así el derroche de ingenio para que la estructura aguantase debajo del río, a base de arcos y lanchas de piedra. Su forma recuerda la de los caparazones de tortugas, redondeados y sin aristas.






Al fondo Saucelle, debajo las sinuosas murallas
 del castro Vetón de Saldeana, siglo V a.C.
EL CASTILLO


Así conocido el castro vetón de Saldeana, enfrentado geográficamente al de Bermellar, en la orilla opuesta del Huebra, ocupa un enorme risco que defienden los riscos del Arroyo Grande y los del Huebra. Considerado (por mi) como el castro más impresionante de toda la provincia, debido a su espectacular emplazamiento. Ha sido rehabilitado para su visita.







A los lados del camino, se extiende el campo de piedras
hincadas del castro de Saldeana

El único cordón que le une a tierras llanas, se fortificó con robustas murallas curvas, al gusto de los pueblos celtas. Y éstas a su vez se protegieron de los ataque de la caballería mediante una gran explanada salpicada de enormes piedras hincadas. Estrategias de los pueblos prerromanos. Ambos elementos totalmente ocultos por la maleza y derrumbes, fueron rescatados hace unos años.






Soleada y fría mañana
Cerralbo

CRÓNICA

Os cuento un secreto a voces, que much@s ya os habréis dado cuenta: la mayoría de las rutas que preparamos no son una simple unión de dos puntos (Cerralbo y Saldeana el pasado domingo) por caminos, hay mucho más preparación.

Bar Christal Cerralbo
 Nunca habrá estado tan concurrido a estas horas







Primero, teníamos un objetivo para enseñaros: el castro de Saldeana y su entrono. El problema era que la ruta marcada era de tan sólo 4 kilómetros. Consultados mapas y otras rutas por la zona, no encontramos nada. Recordamos que el año pasado visitamos el Molino de las Cinco Piedras, seguramente llamado así por las peñas que adornan el Vado del mismo nombre. Como normalmente hay sendas que recorren pescadores por la orilla de los ríos, nos animamos a buscarla; nuestro próximo objetivo: el Puente Resbala, construido justo donde el Huebra comienza realmente a escavar la trinchera que le llevará a fundirse con el Duero, aguas abajo del embalse de Saucelle. Tuvimos mucha suerte al poder encontrar una salida al verdadero laberinto que entre peñas y                                                         zarzas nos llevó hasta el puente. Pero ¡la ruta ya tenía continuidad!


Lavaderos de Saldeana.
Impresionante lugar para tan rutinaria tarea
Tenemos la certeza de que para recorrer un río, siempre resulta más atractivo si se sigue contracorriente, en ascenso: así vamos viendo mucho mejor cómo el agua va formando pequeñas cascadas, corrientes… pero en este caso era imprescindible hacer una excepción, ya que es mucho mejor, dejar lo mejor de la jornada para el final, cuando ya la fatiga va haciendo mella en los caminantes. Y así hicimos, partimos de Cerralbo, pudimos visitar lo que queda del maltrecho Monasterio de Nuestra señora de Los Ángeles y del ostentoso, que no defensivo, castillo de los Marqueses de Cerralbo. Junto al Huebra, observamos los dos tipos de molinos tradicionales: los de porte de torre militar y los “sumergibles” y es que el Huebra, cuando se pone serio, se lleva por delante incluso puentes como el de Resbala, eso ocurrió en la Navidades de 1909; de ahí que los molinos estén diseñados para resistir los envites del río, cual robustas fortalezas o humillarse y procurar que las aguas pasen por encima de ellos, ofreciendo la mínima resistencia. ¡Qué ingeniosos nuestros antepasados! Desde este humilde blog, pido más relevancia a este importantísimo legado, ahora mismo sumergido (también) en la más absoluta indiferencia institucional.

Puente Resbala,
entre Bermellar y Saldeana 
Y la estrella de la jornada, el castro vetón. De él no resta más que el tramo de muralla que desenterraron debajo de antiguos derrumbes y la explanada con las piedras hincadas. Pero es lo que desde él se ve lo que a tod@s nos deslumbra. Si quien lee esto, no lo conoce, un paseo de un par de kilómetros, tomando todas las precauciones para no perderse, nos acercarán al paisaje más fantástico de nuestra provincia. Os lo recomiendo.






Deciros que cada vez me lo ponen más difícil los fotógrafos para elegir las fotos para el blog. Gracias a todos por vuestra aportación.

Aquí os dejo el trabajo poético-audiovisual de Vicente

La mirada especial de Paco

José Luis también aporta sus instantáneas

Y no pueden faltar los detalles de Alberto







Foto de grupo, aunque falta gente...





domingo, 18 de diciembre de 2016

miércoles, 23 de noviembre de 2016

El ROMÁNICO DEL TORMES



AGUA, PIEDRA, POESÍA. POR LA RIBERA DEL TORMES. GASTRORRUTA



Domingo 11 de Diciembre 
Restaurante Las Ventas de Ledesma
Celebrando el Solsticio de Invierno

Continuando con nuestro flamante calendario, la próxima salida va será una gastrorruta, con paseo y comida en restaurante.
Ya ha salido el anuncio de la Lotería de Navidad en la tele, por lo debemos celebrar el Solsticio de Invierno. Nosotros madrugamos y lo haremos el domingo 11 de diciembre.
El problema de preparar gastrorrutas es la reserva para comer, debemos ajustarnos lo máximo posible al número de comensales, para no hacer trastornos al restaurante, por lo que abrimos el período de inscripción, mucho antes que con una salida normal.


Os proponemos:

Maravilla de la iglesia
 de santibáñez del Río

Visitar Carrascal de Velambélez (¿dónde está eso?), previamente nos pararemos a visitar Santibáñez del Río, para contemplar su espléndida iglesia románica, en la que destaca su techumbre, cubierta de estrellas en las noches despejadas (sólo quedan los muros perimetrales, adornados con fantásticas esculturas románicas en capiteles y canecillos).
En Carrascal visitaremos el interior de su iglesia, construida en el siglo XV, conservando eso sí, restos románicos. En su interior destacan sus deslumbrantes pinturas murales, del siglo XVI, así como su magnífico artesonado mudéjar.
También visitaremos otra de las iglesias románicas más importantes de la provincia, la parroquial de Almenara de Tormes.






Juzbado
Banco para leer de pie o sentado en él
Dejaremos un hueco para la literatura en Juzbado y su Libro Abierto al aire libre. En un escarpe de la población, os intentaremos explicar la denominada Falla de Juzbado o cómo las montañas se desplazan 160 kilómetros, dejando un rastro rocoso.

Cuando lleguemos a los Baños de Ledesma, habremos caminado 12 kilómetros, desde el puente de estructura Bailey de Almenara, acompañados por el tranquilo fluir del Tormes, por esta zona de cultivos en su vega y por adehesas en las zonas altas. 
En algún punto querríamos celebrarla Nochevieja Senderista ¿no se celebra, el día que les pete a los universitarios, la Nochevieja Universitaria? (ya veremos)
El autobús nos acercará a la antigua Bletisa, hoy Ledesma,  donde nos esperan en el restaurante Las Ventas.




Nochevieja Senderista
Después de comer, habrá que bajar los efluvios y alguna caloría, por lo que haremos una visita a la localidad, primorosamente conservada, antes de volvernos a Salamanca y despedirnos hasta el prosperísimo y felicísimo 2017
El menú  elegido consta de: 
Patatas meneás y embutido ibérico para compartir, de primero.
De segundo, abanico ibérico a la brasa con su guarnición.
Postre, café y vino.
El precio, de autobús y comida, es de 25 €

¿Alguien se apunta?


PLAN DEL DÍA:

El Tormes y Juzbado
En nuestras rutas siempre nos gusta llevar un hilo conductor, ya sea un río, una comarca, una leyenda… en esta ocasión es recorrer un buen tramo del río Tormes, ya sea caminando o en autobús, visitando a la vez una serie de iglesias de estilo románico construidas durante la repoblación medieval.



Sencilla, pero bellísima iglesia de Santibáñez del Río
Nuestra primera parada será Santibáñez del Río, humilde iglesia en la que debieron trabajar los mejores canteros de la época. El paso del tiempo no la ha tratado bien, pero sus muros están perfectamente conservados.
Volveremos a subir al autobús. Ahora la carretera se asoma al río. En la otra orilla, las canteras de piedra de Villamayor, con la que se hicieron realidad tanta fantasía escultórica.
Nuestro siguiente destino, Carrascal de Velambélez. Esperamos que en este pueblo la gente madrugue, ya que la persona que tiene las llaves de su parroquial, no nos quiso dar su teléfono para avisarla (“ella siempre está allí”). Este pequeño caserío conserva los restos de otra iglesia románica, de la que únicamente se conservan unos canecillos, reutilizados en los nuevos muros que se levantaron en época de Isabel La Católica, eso indican los adornos esféricos de la cornisa.

El puente de hierro Almenara daba paso a una gravera.
Diseñado con la técnica Baley, para tiempos difíciles.
Ya dijimos, que se embellece su interior con unas pinturas murales y un artesonado mudéjar.
Para llegar hasta aquí, nos hemos alejado del río. El autobús nos acercará hasta el puente de Almenara de estructura Bailey (no confundir con el licor), el único en uso en toda la Península. El nombre viene del ingeniero inglés que en la II Guerra Mundial los diseñó.
Aquí comenzaremos nuestro caminar. Cruzaremos el puente sobre el Tormes y en corto paseo, llegaremos a Almenara, donde podremos tomar un café en el bar Chus.
Más tarde, callejearemos por su laberíntico urbanismo, hasta tropezarnos con la Plaza Mayor. En un extremo, la iglesia; en frente la casa parroquial, donde pediremos las llaves, para visitar el interior de la iglesia. También aquí la piedra arenisca hizo fantasear a los canteros y dieron rienda suelta a sus cinceles.


Juzbado.
Las páginas de su libro se pueden encontrar en lugares insospechados

Por la vega del río, llegaremos a Juzbado, que intenta limpiar su nombre de la basura nuclear que en los años ochenta ensuciaron su municipio, a base de literatura y creaciones artísticas. Sus calles son un verdadero libro abierto, donde uno puede leer a Antonio Colinas o a Raúl Zurita, al abrigo del silencio de sus soleadas calles.







Vistas del Tormes, desde el camino
 entre Juzbado y Los Baños de Ledesma
Por sendas elevadas sobre el Tormes, llegamos a los Baños de Ledesma. En realidad es por aquí por donde el río comienza su incansable trabajo de perforar trincheras. Tiene que bajar hasta el Duero y el duro granito no se lo pone muy fácil.
El autobús nos recogerá y nos llevará a Ledesma. Allí sí veremos con más claridad lo que hace el agua y el tiempo.
Nos esperan en el Restaurante Las Ventas. El menú ya lo sabéis,  


Calle medieval de Ledesma

habrá que disfrutarlo. Bon appetit.
Tras la sobremesa...

Bletisa, que es así como llamaron los pobladores romanos a la actual Ledesma. Esconde tras sus robustas murallas un caserío de lo más sugerente, embellecido con casas señoriales, patios, jardines, iglesias, vistas hacia el horizonte, hacia el río, hacia las dehesas… Y Santa María la Mayor, mole de duro granito, donde el diseño sustituyó a la fantasía de la piedra de Villamayor…

Y que no se nos olviden las rosquillas.









ANTECEDENTES


Tras la caída del imperio romano, Salamanca y su entorno cayó en una profunda crisis, agravada por la destrucción y abandono provocados por las continuas escaramuzas y saqueos perpetrados a la par por árabes y cristianos.

Entre Juzbado y Los Baños de Ledesma, Vega de río Tormes


Iglesia de Almenara.
 Recuerdos de nuestro pasado y buen hacer árabe


En 1085, se reconquista Toledo. Esta fecha marcaría un antes y un después en toda la Meseta Norte. La frontera con el mundo árabe, definitivamente se alejaba y la seguridad para los cristianos se consolidaba.
El rey Alfonso VI de León decide repoblar la zona con gentes venidas del norte, a destacar los toreses, francos, gallegos y castellanos. En la capital, se agruparon por su origen en barrios o colaciones, cada uno con su templo parroquial propio, que les servía a la vez de lugar de reunión, de refugio y de adoctrinamiento.













Iglesia de Almenara
Pórtico sur
Lugares de reunión: En ellas se reunían los vecinos para tratar temas del concejo; muchos de los pórticos tenían esa función, siempre orientados hacia el sur, al calor del frío sol de invierno.













Cabecera de la iglesia de Almenara.
La ventana de la derecha, es original.
Diseñada más para la defensa, que para la entrada de la luz


Lugar de refugio: El miedo al vecino árabe aún estaba muy presente, por lo que las construcciones estaban realizadas con buenos materiales y con mínimas aberturas al exterior. Llegando al extremo, como en las Catedrales de Salamanca o de Ávila, donde llegaron a formar parte de la defensa de las ciudades.












Interior de la iglesia de Carrascal de Velambélez.
Catecismo  en imágenes.
Las  pinturas de los laterales, en blanco y negro,
realizadas con la técnica de la grisalla.
Lugar de adoctrinamiento: Toda la decoración de los templos contiene un marcado carácter didáctico, relacionado con la moral que se pretendía imponer a los pobladores.
Evidentemente, se diseñaron con la moda constructiva de la época, que por el siglo XII no era otra que el rudo románico. El posterior período de esplendor económico y social, propició que aquellas humildes construcciones se modernizasen con las nuevas tendencias arquitectónicas: renacimiento, plateresco, barroco… pero aún así, han llegado hasta nuestros días un buen número de ejemplares románicos, aunque todos ellos con diferentes añadidos.



Iglesia de Almenara. Prodigio en la piedra de Villamayor
Para su construcción se emplearon los materiales que tenían más cerca. Así, en la zona Este de nuestra provincia, carente de piedra, se empleó la arcilla, convertida en ladrillo, que tan bien conocían los constructores árabes, cristianizados algunos, fueron conocidos como mudéjares. En la capital y hacia poniente, se empleó la dócil piedra de Villamayor, resistente en seco, muy fácil de esculpir una vez humedecida. Y más al oeste, lo que predomina es el granito, que confiere a los edificios una mayor consistencia, en perjuicio de su decoración escultórica.

CRÓNICA

La estética de la niebla
Al terminar la marcha de hoy, alguien nos dijo que vaya trabajo hacíamos, que siempre nos salen las rutas redondas. Y yo desde aquí le digo: chorra, pura chorra.
Porque ¿qué méritos tenemos nosotros de que amaneciese el día con una preciosa niebla (siempre me ha parecido muy fría, pero muy estética) y que a media mañana
desaparezca y los colores nos deslumbrasen, justo cuando estábamos en la zona de mejores vistas?
¿Y lo de ponernos unas cuantas iglesias románicas en nuestro camino, ¿también es cosa nuestra?
¿Qué mérito tiene que preparemos una gastrorruta y el bar de Almenara nos prepare unas tortillas y una jeta que quita el hipo? ¿Y que para los responsables del restaurante Las Ventas nada fuese un problema y nos diese de comer a 55 comensales igual de bien que si vas con la pareja. Incluso que se molestasen en contar 660 uvas, colocándolas en 55 platitos con 12 en cada uno?
Que haya un pueblecillo que en lugar de gastarse los dineros
en rotondas y semáforos, que es lo que gusta al personal, se lo gaste en traer a lo mejorcito de nuestras letras y que peguen sus poemas por todos los rincones del pueblo… ¿qué tenemos que ver nosotros?

Recitando a  Antonio Colinas. Un placer para  el alma
¿Tener la suerte de contar con Pilar y Vicente que les encanta recitar y que es un placer escucharles? ¿También es cosa nuestra?

¿Tenemos algo que ver con quienes limpiaron el camino, entre Almenara y Juzbado, por el que el año pasado era imposible el paso o con la reciente instalación de miradores la orilla del
Tormes?

¿Que pillemos al cura párroco de Ledesma a punto de salir a toda velocidad y que amable y tranquilamente nos enseñe (y nos aleccione) su iglesia, casi catedral?
¿Y qué, también somos responsables de que Ledesma se conserve con esas callejuelas tan pulcras, esos palacios tan lustrosos y con esas murallas tan altivas?
¿Contar con los conductores de Autocares Gaspar, que nunca han puesto una mala cara por nada?
¿Que venga con nosotr@s gente tan estupenda y entre tod@s seamos capaces de divertirnos con cualquier cosa?
¿Y de que contemos con cierta persona que controla los tiempos como un reloj suizo? (esto lo digo así, bajito, que no se entere)
Lo dicho: suerte… y una pizca de buen hacer.

Esperando a
las campanadas

Pinchando aquí podréis disfrutar del vídeo que nos ha regalado Vicente, con fotografías y poesías.

Y aquí los detalles de Alberto.

Aquí podréis ver la mirada de Paco.

Y por los pelos (las acabo de recibir) las fotografías de José luis García

Aquí tenéis la visita virtual a Juzbado, Libro Abierto.








Fotografía de casi todo el grupo. Estamos en Juzbado y algun@s se perdieron










martes, 8 de noviembre de 2016

LOS SECRETOS DEL FRANCIA



NATURALEZA Y PATRIMONIO



domingo 20 de Noviembre



Siempre nos gusta practicar nuestro vicio deportivo, disfrutando de montes y bosques de nuestro entorno. Pero en la próxima salida, queremos disfrutar además del patrimonio arquitectónico que éstos atesoran.
Os contamos: ese domingo visitaremos San Martín del Castañar, que puede presumir de ser un coqueto Conjunto Histórico-Artístico (que no se me olvide llamar y  encargar, para que podamos adquirir las magdalenas de chocolate
de su panadería).




Convento de Nª Sra de Gracia.
Sus ruinas emergen pidiendo clemencia  al abandono de los hombres
 Nos internaremos en los bosques que envuelven la población, siguiendo ancestrales caminos que conducían al Convento de Nuestra Señora de Gracia, del siglo XV. Caído en desgracia, desde los tiempos de la Desamortización de Mendizábal, sus piedras, bien pensadas, aún despuntan entre la arboleda o más bien ésta ha engullido todo el conjunto conventual. Lo que no ha perdido es el encanto de un lugar especial, donde podremos dar rienda suelta a la imaginación y evocar lo que allí existió.






Poblado visigodo de La Legoriza.




Desde su sugerente fuente de Santa María, nos desplazaremos a La Legoriza. Ese nombre lo podemos relacionar con el apartado área recreativa o con el campamento que la Junta tutela. Pero lo que nosotros visitaremos, serán los restos arqueológicos de su poblado Visigodo.









Plaza de San Martín del Castañar
Comerciante expone sus mercancías. ¿Presagio o realidad?
Pasada una zona llana, con suelos graníticos y con unas magníficas vistas de la Peña de Francia y de la Sierra de Candelario-Béjar, nos precipitaremos al fondo del valle que el río Francia ha excavado, con la paciencia que sólo la Naturaleza sabe utilizar.
Allí nos esperan estupendas pozas, que en otras estaciones nos servirían de baño, pero no es el caso.
Nos llamará la atención un rosario de restos de antiguos molinos, a los que una nueva senda señalizada ha rescatado de la peor de las ruinas: el olvido.



Otoño en San Martín. Indescriptible.
Si las fechas no nos engañan, la ladera que tendremos enfrente de nosotros estará en su  punto de máximo cromatismo. Hay quien califica el placer de contemplarla, como cromoterapia, que es lo que sentiremos hasta el final de la jornada. 
Nos dirigiremos a Casas del Conde, donde nos sorprenderá su estremecedor calvario, en medio de un bosque de robles, para mí, uno de los enclaves más místicos y sobrecogedores de toda la comarca.





 Otoñal senda serrana
Antiguo camino a Cereceda y al convento de Gracia





A partir de esta localidad, tenemos varias alternativas: o subir a Sequeros, por uno de los caminos más bonitos de toda la Sierra de Francia o sumergirnos en la soledad de una escondida senda que pocos conocen y que nos llevará hasta un puente sobre el Francia, enclavado en un lugar del que muy pocos pueden deleitarse.
Serán 18 km

¿Alguien se anima a esta aventura? 


¡¡¡Inés y yo no nos la queremos perder!!!











CRÓNICA


San Martín
Puente medieval
Hoy, aunque estemos en otoño, me apetece echaros flores, muchas flores… pincha y escucha mientras lees la crónica o ves las fotografías.
Más flores… para tod@s l@s participantes. Os cuento: desde que nuestro grupo DeBotas comenzó a dar los primeros pasos, nuestra intención es salir a caminar en grupos no muy numerosos. Como las previsiones eran de casi ciclogénesis explosiva, me dije “verás cuando la gente vea el tiempo que va a hacer, va a haber estampida de participantes”… y abrimos la mano y al final llevamos el autobús prácticamente lleno. Únicamente hubo las bajas normales por malestares típicos de la época, todas ellas con justificante acreditativo. La verdad, para quienes organizamos este invento, es un orgullo el que tanta gente confíe en nosotr@s, pase lo que pase, además sin tener ningún tipo de atadura económica previa.





Haciendo malabares
Más flores…   ahora para los fotógrafos. Ciertamente que el domingo, el otoño estaba espectacular. Sólo ver la cara de satisfacción de tod@s vosotr@s, era un placer. Y sí, era un día para no parar de retratar el espectáculo, pero llevar paraguas, palos, capa, que no se moje la cámara, que no se me escape ningún detalle… ¡y mandarlas al día siguiente, con la ilusión de la tarea bien hecha!.






No hay como el calor... en un bar

Más flores… para l@s hosteler@s de San Martín del Castañar. Tomamos el tradicional café en el bar El Pilón abriéndolo para nosotr@s una hora y media antes. ¡Con las pocas horas de descanso que tienen los pobres! Más tarde, no nos pusieron ningún problema para utilizar sus instalaciones para comer a resguardo, incluso junto a la chimenea, allí pudimos sacar nuestros bocadillos y tarteras. Cierto que más de una cerveza y café también tomamos, que hay que procurar ser bien agradecidos. 




Placer para todos los sentidos


Más flores… para el tiempo. Sí, mira que nos hizo malo, pero malo, malo. Pero precisamente el rato que menos llovió fue al inicio de la ruta, por lo que nos animamos y pudimos llegar hasta el, fagocitado por la naturaleza, Convento de Gracia y al poblado visigodo de La Legoriza. Además de internarnos en esos preciosos bosques, con esa luz y ese brillo…








Fuente de la Plaza Mayor de San Martín. Desagüe del pilón




Más flores, muchas flores... para el agua. Siempre es vida, embellece el monte y da sentido a nuestras excursiones.
Pero mejor en arroyos y fuentes














Bar El Pilón
Organización incluso para tomar el café con bollo casero.
Y unas poquitas flores también para los que preparamos la actividad. Imaginaos que cuando se preparan las rutas,  siempre te las imaginas con un sol radiante, sin viento, disfrutando de paisajes y lejanas vistas, como fue el caso de la salida a Sanabria… y resulta que no, que día tras días, el dios del tiempo se empecina en augurarnos malos presagios y nos advierte de lo mal que lo vamos a pasar. ¡Pues si el barco se hunde, el último, el capitán! y esos somos nosotros, que tenemos que ir sí o sí. Pero había que sacarle el máximo rendimiento al día y tuvimos la capacidad de ser previsores, realizando una ruta circular, con variantes. Así podríamos haber ido al convento por pistas o no hacer la bajada al Francia, como así hicimos; el día no daba para más… y cuando llueve, a comer a cubierto, en bares o en los amplísimos soportales del Ayuntamiento de San Martín. También se pudo aprovechar para hacer unas compras dulces en la panadería del pueblo. ¡Cómo estaban las magdalenas y las tejas de almendra!







LA LEYENDA DE LA PEÑA DEL MORO


Peña del Moro. Contando su triste leyenda
Como dice la leyenda, nosotr@s también bordeamos la peña,
pero no por miedo a la maldición, más bien por riesgo de resbalón

En torno a la Peña del Moro existe una leyenda, que es similar a otras leyendas de peñas de moros: cuando los moros fueron expulsados de España, en esta Peña se refugió un rey moro con su esposa mora. Al cabo del tiempo, les nació un precioso niño, con los cabellos rubios como el oro. En el parto murió la madre. El rey moro pedía a todas las mujeres en período de lactancia, que amamantasen a su pequeño; unas por recelo, otras por desprecio, rehusaban dar de mamar al pequeño. Por fin, una cabra que pastaba en las inmediaciones de la cueva, se prestó a tan piadosa obra. Al terminar de amamantar al morito rubio, sus cuernos se convirtieron en oro, razón por la que su dueño la mató, para apropiarse del morado metal.
El morito murió de inanición y el rey moro murió de pena, encerrado en la peña hueca.
Se cree que en su interior la roca guarda un gran tesoro, sobre el que pesa una maldición. Tal vez por ello nadie se ha atrevido a penetrar en el interior de la roca. Los que pasan junto a la Peña, la rodean, no vaya a sucederles igual que a esas piedras sueltas, que hay encima de la roca, las cuales son los cuerpos petrificados de los tres o cuatro atrevidos que han intentado apoderarse del tesoro.








EL CONVENTO DE NUESTRA SEÑORA DE GRACIA

Fotografía del costado Este del Convento de Gracia
A la derecha, la iglesia, A su abrigo, las dependencias monacales y la entrada principal


Arcadas de la portería del Convento de Gracia
Fundado en 1430 por el obispo de Salamanca, Don Sancho de Castilla, disponiendo de iglesia, claustro y refectorio. Posteriores obras y mejoras se sucedieron en los siglos XVI y XVII.
Mención especial requiere la preciosa fuente de santa María, de estilo barroco, situada en un rincón de la propiedad, que abastecía de agua potable a la comunidad, almacenándose el excedente en un depósito
para el riego de las huertas.
En el XIX marca el comienzo de su decadencia, al saqueo de las tropas francesas durante la Guerra de la Independencia, se suma el abandono provocado por la desamortización de Mendizábal de 1836. Hoy se encuentra en la mayor de las ruinas, EL OLVIDO, no hay ningún documento o indicación realizados por las administraciones, que inviten a su visita por parte de las personas que quieren conocer el patrimonio de un municipio que se siente orgulloso de ser Bien de Interés Cultural. 






Canales, transportaban el agua de la fuente
de Santa María
Fuente de Santa María
Nos habla del esplendor que llegó a tener el convento






























SU EXPOLIO


En los años setenta, se desmonta el claustro y aunque varios elementos sirven de adorno, descontextualizado, en lugares públicos, parte de él fue a parar a manos privadas, elevando el valor de cierto chalet de la carretera de Alba.





A la entrada de La Alberca, nos reciben
restos del claustro del Convento de Gracia
Hasta los años setenta, el claustro permaneció
 en el lugar para el que fue diseñado.


Parte del claustro del Convento de Gracia
Majadas Viejas, La Alberca


















Puedes ver todos los detalles que capturó Alberto (pincha aquí)

O los de Paco (pincha aquí)

...Y los colores de José Luis.



Colorida y mojada foto de grupo